domingo, 3 de noviembre de 2013

Rivalidad justa

¿Quién puede afirmar que la luz y la sombra no hablan?
Solamente Aquellos que no comprenden el lenguaje del día y de la noche

Moussa-ag-Amastan


No comparto, no despierto con el celo perfectamente interpretado por la idea del festejo unívoco, ni regar una vez al año la hortaliza, deseando un festín cada tres amaneceres.
No comparto el cavar un agujero para guardar lo que debe ser mostrado, aquello cuya esencia reclama serlo.
Un día es simbólico, pero nosotros sabemos que también es una mentira el signo de 24 hrs, el actor más mal pagado y menos elogiado por los gestos.
En este amor que forjamos, nada es comedia, ni tragedia, no hay melodrama, y nunca farsa, pero sobran escenarios, igual desiertos buscando en vano la alucinación.
No comparto atar nuestras venas al árbol marchito, ni marcar con fechas las holgadas tardes que ¡sí comparto contigo!.
No comparto dar oídos al aullar del viento que viene rugiendo de su cueva como si vomitara una manada estrepitosa de silencio, jamás verás prestar gravedad e invertir cencerros.
Las palabras no se agotan, cuando del acantilado llueve y no del cielo,
Los bramidos brotan del tieso lupanar fijado en el agudo hielo, el relator camina tocando su espejo de agua, el poeta atraviesa la bruma y despierta al alma, acuchilla al becerro y salta sobre su cálida sangre.
Tu fincaste la lingüística para mí, y no dejo de hablar, ni de escribir, más si yo comiera un sólo lustro cada mil años, he de asegurar que  la tinta con que esbozaste mi trayecto, se desvanecería, como si lágrimas ausentes borraran mis memorias futuras.
No comparto latidos esporádicos, ni temblores perezosos. ¿Por qué mirarse en el suelo turbio, cuando te tengo a ti para recordarme?
Siempre, y jamás nunca...comeré un higo sin antes probar la miel con la que me amantaste, y sorber un poco del agua de coco con la que me enseñaste a beber, refrescando hasta la última de las bocanadas de fuego.
 Soy un malagradecido del campo de las mercadelas, -los favores son de ambos mercenarios- yo contesto, cuando de traición me condenan. Armando estoy un mundo, y desarmando otro, pinto con la perspectiva que yo sembré en la parcela, pero hay tantos matices con los que desnudo me bañaste soplando mi cometa, que persigo el compartir íntegros tus besos, tu soñolienta saliva, tus abrazos, tus mensajes, tus alientos...y tu vida.


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