sábado, 24 de mayo de 2008

Una duda fenomenológica sobre la condición lunar

La Luna ha abonado una honda huella en la superficie de su sombra,
ente despierto, noctámbulo de la conciencia
cuyo sonabulismo me provoca la muerte y me extravía en el yo,
caer vertiginoso y genético hacia el sueño, oráculo de lejanía y proximidad,
ilusión de ojos abiertos en lo más profundo de la boca del cielo,
mar sin estrellas, prisión más bella, artista del delirio y de la intuición de la nada.

Nos ilumina, nos elimina, se dirige hacia nosotros y nos mata de día,
su aparecer nos desaparece, y cuando llega el intante
agrieta la oscuridad sigilosamente,
entonces, un Dios despierta celebrando el ocaso de sí mismo,
feneciendo en vida pore ls ol en la agrimensura del olvido.

Su movimiento describe el relato de su propio inexistir paulatino,
la mitad yel desamor del que ella víctima fue,
la mitad de la vida, la mitad lo es todo,
la mitad es mentira, la mitad encendida,
y enfurecida a medias...

...deja de ser por misma partida, condición de tragedia,
sin dolor, sin desesperación lidia sin defensa,
¿Por qué flota más allá sin ir hacia arriba ni hacia abajo?
decanta la irrealidad en su efímero paso por el mundo,
nunca avanza, sin embargo, para vernos a ella desafiando.

Esta para no estar y la observo,
cuando es más efectivo decir que es ella quien nos mira,
pupilas pulcras, viento en el iris, llorando su ser repentino,
la historia de un lamento,
reflejo atormentado de un fenómeno que invento.

Habita la conciencia y la percepción,
casa sin entrada y sin salida que me lee e interpreta,
sin entrar, sin salir, aún eterna exterioridad...
nuestro acceso y condición al allá del aquí,
sometiendo la experiencia de todo.

jueves, 20 de marzo de 2008

Mis desconocidos o Heterónimos

Fiat Domingo!
El Príncipe Verde
El Sabio Coronado

miércoles, 19 de marzo de 2008

No soy Fernando Pessoa o Sombra de Luz en Bajtín

No soy, sueño. Sueño que no soy y me transgredo, salgo de mí, pero en principio no hay vía para tal acción pues soy, desde siempre otro, y gracias a esa verdad de ésta y otras existencias puedo afirmar que también soy. Bajtín no tuvo que aclararnos esto, su aforismo especial "El hombre ante el espejo" desata la idea y la revuelve con todo lo demás. Tomemos, ahora, uno de los grandes fragmentos que hacen destruyendo el "Libro del desasosiego" de F. Pessoa y dejemos al leerlo un momento de ser: "A veces, cuando, abatido y humilde, la propia fuerza de soñar se me deshoja y se me seca, y mi único sueño sólo puede ser el pensar en mis sueños, los hojeo como a un libro que se hojea y se vuelve a hojear sin leer más que palabras inevitables. Es entonces cuando me interrogo sobre quién eres tú, figura que atraviesas todas mis antiguas visiones desmoronadas de paisajes distintos, de interiores antiguos y de ceremonias fastuosas de silencio. En todos mis sueños o apareces, sueño, o, realidad falsa, me acompañas. Visito contigo regiones que tal vez son sueños tuyos, tierras que tal vez son cuerpos tuyos de ausencia y deshumanización, tu cuerpo esencial con sus formas desdibujadas en planicie tranquila y en monte de perfil frío en jardín de palacio oculto. Tal vez yo no tenga otro sueño sino tú, tal vez sea en tus ojos, recostando mi cara sobre la tuya, donde yo podré leer esos paisajes imposibles, esos tedios falsos, esos sentimientos que habitan la sombra de mis cansancios y las grutas de mis desasosiegos. ¿Quién sabe si los paisajes de mis sueños no son mi manera de soñarte? Yo no sé quién eres, pero ¿sé acaso con certeza lo que soy? ¿Sé yo lo que es soñar para que sepa a qué equivale llarmarte yo mi sueño? ¿Sé acaso yo si no eres una parte, quien sabe si la parte esencial y real, de mí mismo? ¿Y sé acaso sin o soy yo el sueño y tú la realidad, yo un sueño tuyo y no tú un Sueño soñado por mí?