lunes, 16 de septiembre de 2013

La Séptima Rosa

I

Adquiere otra forma desde el jardín con los ciclos la visión diurna sobre el Ecuador,

Eres belleza, séptima de pétalos que reinan en las fuentes cristalinas en el justo medio de los días y en los trabajos por mor del alba que reconocemos trazando el mapa y flotando la vida,

Compartimos elixires servidos en dos copas blancas convertidas en mineral cascada.

Y el norte adivinó el acertijo del sur, el este preguntó al oeste tejido su tallo con espinas,

Que llueven y no cortan ni lastiman, roce trémulo con su fina caída horizontal y de subida,

Son siete años de sonrisas, abrazos, tesoros líquidos que son tragos con bebidas.

Y lecciones de lecturas valientes aventuras, maravillosas brújulas con las que crecimos,

Bondadosa es esta historia de botánica como prósperos los frutos de racimos, 

Recorremos los caminos que describen con su vino una existencia magnoliopsídica. 

Y caricias embriagantes en el aire que suavizan y adornan nuestro encino de perfume

En común un silbido melodioso desprende un hálito oloroso de épicas y heroicas narices, dos relatos paralelos que se encuentran y se juegan germinando gloria, 

Como audaces cartas sobre el verde césped, ramas y osadas raíces que felices números se cuentan. 

Y voces que platican sentimientos, melifluos remolinos, arrecifes multicolores entre tú y yo.


II
Cuando despegan las aves por los vientos y las mareas las naves de su nido
Aspiran hondo el leñoso aroma de lavanda derramada en el estío,
Y miradas perspicaces que intercambian sus flores, sus cosquillas de arbustos y tallos secretos
Vuelos de música tonal que transportan alcatraces frondosos,
Con las notas y las pausas de un ritmo que nutre los abetos altos, erguidos, dichosos,
Y los árboles nos hablan callándose en medio del silencio de un gran bosque bullicioso,
Donde habitan corazones ambulantes morando la tierra soñando la luna rumores,
Porque quien susurra tu nombre alcanza a dibujar lo que aparece en su reflejo,
Y contigo se devela el sentido de la vida siempre que merece el tacto de un perplejo,
Una atenta cortesía de los pasos andados, del hábito de las huellas que crean
Un mundo que despierta de la noche nerviosa y sudorosa que se aquieta,
Y el sol es la estrella que nos presentó y verdadera nos representa,

III
La luz ofrecida da energía vibrante como Aurora protectora sumo y vespertino bien.
Dialogamos alegres un tal vez, gratuitos bajo un techo que ahora es nuestro cielo,
Y los astros que vemos pasar cambian cual espectros nuestros ojos,
Trueque sensible de experiencias, impresiones de  cartógrafos sobre un atlas por siglos escondido
Maderas que tallamos, cinturas que movemos, agua que salpica arco iris y desoculta direcciones,
Y tú me vives, yo te vivo, ese suelo donde andamos de la mano sostenidos dejando migas de pan,
Con los pies en la cabeza para ya siempre reencontrarnos, la mente navegando en ultramar,
Salto de sorpresa despierto cual chapulín por el trato de un rostro doble y equitativo,
Y cólmame de fiesta con manjares, delicias exóticas y colores por los besos generosos,
Conjunción sagrada del delirio, enamorarnos de nuevo por ese bendito instante
En que nos conocimos como dos furtivos recolectores de luciérnagas perdidizas,
Dichosos cazadores cruzamos la avenida e inocentemente nos conquistamos y nos detuvimos,

IV
Y la ilusión simpática que comunican las nubes con su proteica naturaleza en medio de su apertura,
Renueva los votos, posibilidad azul del azar, las montañas que cabalgan sobre la niebla y el frío,
La pasión que inaugura consentido la locura, el té de hierbas, el ajenjo de los pavo reales,
Afrodita se desliza sagrada sobre el cuerpo de Héctor inmortalizado en la antigua Grecia divina,
Y atrajiste la vanguardia al museo de Troya, grabaste letra un poema, el de nuestras libertades,
Transe místico en el que entraste por el aleteo de palabras sobre lo inefable que fabula,

V
Y al tocar la puerta mariposa responde amable y tolerante una lengua muy segura,
Aquella que me dice al rojo oído "amor mío estás alerta has venido a la Tierra",
Un planeta entre muchos otros en que pudimos convocarnos y respondo "de esa figura provengo",
Y es el cosmos quien  me replica "humano eres" en  principio vincula esa región en que te quiera
Este hombre incondicional por el arte que organiza los deseos sobre viandas ya dispuestas,
Una magia fantástica que encanta y vitamina el alma y alimenta con el fuego su ceguera,

VI
Lincoln Center, NY (2012)
Y a tientas alucina y sostiene el rosal, entiende entonces que por la oscuridad se abraza y escribe
esta novela leída también sin necesidad de una invitación en el claro espacio de una mañana
como Salomón me volví hombre con las palmas de vuestras manos.