domingo, 3 de noviembre de 2013

Presencia es inoxidable


1.13
Embriones por ciento cincuenta años, semillas trituradas e inmutables
Añejos bombones traídos por la hambruna, golosinas amargas y muertas
Sé que estás siempre ahí, como el oxígeno que trago de las cavernas extintas
De donde jamás tu sombra te ha abandonado, ni de ella traición alguna sabor has probado
Sé que siempre estás ahí, por que cuando el diluvio del amanecer cuece la penumbra
Conozco el abrir de tus ojos como a los relámpagos la tierra y las raíces
Porque cuando la luna va viento en popa y la noche despliega sus virtudes
Sé que soñando navegas sin anclar tus pasiones,
Ya despierta y con tus piececillos desabrigados comienzas a caminar
Como si te fundieras en los azulejos del mar
 y dibujaras con una espléndida y simultánea habilidad realidades que me magnetizan e inspiran
como varios pececillos que divisan un fulgor convulso de colores
congojando a las manta rayas, a los aeroplanos y a mis sinsabores.


1.14
Pagamos la propina de un servicio que no cobramos
Alzamos los rastros de un crimen que no cometimos
Tosemos tierra tramposa, treguas triviales que tiemblan
Nos encargamos de cumplir con las bondades
Pero aún así nos empapamos de perversiones
Estrella de San Juan adherida al limpio cielo
Sonrisa silvestre en un jardín infinito
Sé que siempre estás ahí y no eres único efecto cognoscente
Porque de la nubes amorfas he de imaginar bellos perfiles
Cual charcos escritos y leídos por las morsas hostiles
Mitigas comprometida un rocío que abolla mi incredulidad
Corroes las paredes de la eyaculación escrupulosa
Fuego intransferible que pronto se escurre 
Como lumbre en antorcha que no sucumbe.


1.15
Caravana de placeres destilados
En la purificación del aura aleccionada
por la profusión de seres empañados
sobre los cristales inocuos del nirvana
Cuando la sombra del sol supera su destello encandilador
Viene crujiendo  la inclemencia soñada
Como piel al amor de una espada
Es la evaporación del sol regado en la cascada
Sé que siempre estás ahí, porque aunque fugitiva circunscribes mis apetitos
No has de ser alfa u omega pero si aquella distancia  entre ellas
que contar bien sabes y que en el paseo con apego llevas
Sobrevives en las alturas sobre alas de gloria
Quedas enterrada como sintonía estática
Éter  paralizado inerme en la llama repujada,
lodo pinto, viento afinado y agua trágica.

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