El
sol nunca ha salido, ni encumbrado en las sienes del planeta, y aún así me
fundo en un volcán, hijo suyo, huérfano de la materia, recóndito abarco el filo
del espacio, consagrando la voz lastimera del centro pluvial, angosto alacrán
que me envenena.
¿Qué
tengo que repetir para ser inquisidor halado?
¿Qué
tengo que repetir para ser amante y fiel amado?
¿Qué
tengo que repetir para morir suave y espinoso a tu lado,
y
poder interrumpir la oquedad del tormento?
¿Qué
tengo que repetir entre sonrisas triviales que se agotan en la herrumbre?
¿Qué
tengo que repetir cuando la felicidad tiene hambre, y el pan es carbono en la
lumbre?
¿Qué
tengo que repetir atorado en dulces obeliscos que retornan del desamparo presos
en un enjambre y se retuercen recluidos en los torbellinos de Eolo y Ares?
¿Qué
tengo que repetir sepultado en tu lengua?
¿Qué
tengo que repetir, bajo el indulto la pena
y
que lejos de ti conservo no mas que media legua?
¿Qué
tengo que repetir atrás del conocimiento,
fríos
el sentir, el pantano, el desierto y el lamento
como
témpanos petrificados fuera del solaz universo?
¿Qué
tengo que repetir para hurtar de ti una mirada?
¿Qué
tengo que repetir sin pelear con mis agobios en la cama
y
en lecho planchado sudar y sufrir con el alma descarnada?
¿Qué
tengo que repetir para violar tu sueño,
relato
del arco iris, invento de tu infancia?
Quiero
hacer de la harina viento
Y
perseguir el polvo que me quema
Pisando
el suelo amorfo las golondrinas vuelan
Cediendo
a los brazos del sauce gris
Crisoles,
termómetros y de sus apuntes esquelas.
La
genealogía idílica fraguada por la nulidad familiar
Enternece
al senil y frígido mineral
Marchando
a través de las arrugas del agua
Ardiendo
páginas del almendro otoñal.
Grafías
indisolubles del hombre piramidal.
¿Qué
tengo que repetir para dilatar mi agonía?
¿Qué
tengo que repetir para apresurar la certeza,
alcohol
evanescente bebido con destreza en el banqueteen de la horca?
¿Qué
tengo que repetir para perpetuar esta hora,
aquella
en que no te conocí,
un
día que se alza como horizonte inalcanzable,
gusano
negativo y estoico , fatigado se contenta
transita
las cortezas pedestres y arrastra travesías, alucinaciones, martirios y savias
prohibidas, corre atascado en la tierra, sellando canales, tragando la vida?
Duda
incisiva, carnívora mocedad, calostro precipitado
Volver
a un momento ¡imposible!
Acontecer
en el instante ¡indecible!
Silueta
cantante con la garganta inflada ¡indescifrable!
Testaruda
mente la mía, que aún no comprende y talvez, espero, nunca.
Corazón
destartalado, descuidado en la creación sin ojos, ni dientes,
Palpitas,
a priori, pero no repites, el tiempo
trota, pero no repite.
Desfalleciendo
en la especulación
Te
he de conocer para luego creerte
Bella
ilusión que depara la realidad inconclusa.
Cuando
han muerto las palabras, fusiladas frente al voraz lector,
Y
el idioma te traiciona en la autarquía
Cuando
te delatan las letras y las vías
Y
la escritura te consume, sorbiendo tus anhelos
Cuando
te embebes alerta , con los párpados abiertos
Y
los signos te trascriben finalizando la línea
Que
tu boca indigna presume,
Se
han dividido los labios
Y
las palmas del estanque se disgregan
Brotan
de la sangre manantiales
Los
pechos entumidos se deshacen
Y
los pómulos se florean, enormes desalientos.
Observo
con cautela de identidades las olas
Y
el bisturí de ellas no hace alarde
Mas
que de infección y de mierda.
El
sol atisba las pestañas de la vagina, todo es vello en abundancia, estambre y
maraña, aquí, aunque difícil despegar las nubes nunca ha habido mañana, ni se
han visto llover los azules, como pasados vagones de arriba, aquí no se ve y
esa estrella hoy nos ha matado.
Las
sombras son atemporales, no se tiene día, ni noche, luna, ni estrellas, es la
garantía de la cinética fotografiada que no refleja un suceso...sino que lo es
por siempre.
Somos
crepúsculos, opacidad es la vida y el logro mortal desnudarla y sufrir el
destello, rasgando la piel del recuerdo, haciendo añicos la existencia.
11/09/03
No hay comentarios:
Publicar un comentario